sábado, 20 de febrero de 2010

Tenemos compañía

Si bien donde ellos estaban brillaba el sol, habían decidido regresar. Unos pocos metros más arriba la cordillera llevaba dos días de viento blanco y todo indicaba que mañana todo iba a continuar igual. Crenchudo no se dejaba oír y Chikhachev aprovechó para escribir recostado contra una roca.

Masha, digamos que hoy estoy cansado de soñar contigo. Tanto he imaginado el acercarse de tu paso sofocado por la arena del desierto que ya no hay realidad posible. Inútiles tus labios que fueron los primeros labios. Inútiles tus ojos que fueron los primeros ojos. Hasta el fantasma de tu humedad ha sido absolutamente desecado por el soplo de este lugar. No me importa que tu perfil me espere agazapado detrás de aquél algarrobo, las ortigas que crecen a la sombra de sus hojas han deshecho mi deseo. Mis brazos se dejan caer cansados de abrazar una sombra deformada que...

-Doctor –dijo Crenchudo mientras Chikhachev hacía un bollo con el papel que estaba escribiendo y lo metía con rapidez en un bolsillo- vamos a tener compañía mientras bajamos al valle. Le presento a la Chapanay.

-Martina Chapanay –dijo ella estirando la mano- tanto gusto, doctor. Parece que la piedra bezoar no quiere que la alcancen.

-No soy ningún doctor –dijo Chikhachev encandilado por el sol mientras apretaba esa mano pequeña, áspera y firme.

7 comentarios:

  1. Ds cosas: 1-siempre me llamó la atención cómo la ausencia o el desamor sugieren pensamientos màs poéticos que la felicidad.
    2- Causas o azares? Veremos..

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  2. Yo creo que es imposible que la poesía le enseñe a un hombre algo que no se lo enseñe anterior y brutalmente la vida, así que espero que ese bollo de papel no se haya perdido en los vientos. La destinataria querría recibirlo, lo sé.Y si nó la destinataria, lo quiero yo.
    (Mas allá de la causa o el azar que como señala Laura haya hecho que se mano deba rozarse con otra, inesperadamente!

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  3. Crenchudo rastreò el momento justo para interrumpir esa escritura. Con Crenchudo en el medio me cuesta pensar en azares, pero güe...
    Besos

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  4. Laura, creo que la felicidad y el tormento generan figuras poéticas que pueden llegar a ser diferentes al estado de ánimo que las origina, pero no necesariamente siempre es así. Tal vez el Primo Andrey tenga una opinión un poco más elaborada al respecto.

    Emeygriega, el roce de manos que Ud remarca puede deparar tempestades en el desierto. Y no se preocupe, don Chica vive escribiendo en hojas cuyo destino glorioso es el de convertirse en bollos de papel. Qué otro fin podrían tener sus escritos secretos si no?

    Paluchax, no lo había pensado, Ud puede tener razón. Veremos cómo se desarrollan las cosas. Saludos!

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  5. Las palabras de Chikhachev en el papel se perciben desoladas "...las ortigas que crecen a la sombra de sus hojas han deshecho mi deseo" y creo que intenta cerrar esta historia o que al menos necesita pensarlo así.
    Tal vez podría compartirlo con su destinataria pero está en todo su derecho de no querer hacerlo.

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  6. Chenchudo me suena a chinchilloso. A tal punto de no querer compartir el pelpa.
    Salute.

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  7. Mujerdeolé, si, Chica luce desolado. Imagínese, de nuevo no pudo alcanzar la piedra bezoar...

    Juliancito, "chichilloso"??? Disculpe me ignorancia, pero qué significa esta palabra?

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