miércoles, 2 de diciembre de 2009

Vasily Kandinsky: Amarillo-Rojo-Azul

Vasily descansó el peso de los Anales Patriotas sobre la mesa. Tomó su libreta y escribió de un tirón "La armonía de los colores debe fundarse únicamente en el principio del contacto adecuado con el alma humana, es decir, en lo que llamaremos el principio de la necesidad interior". Convencido de que todos los procedimientos son sagrados si son interiormente necesarios, comenzó a pintar.


7 comentarios:

  1. Wikigasta no cesa de asombrarme. ¿Y si Kandinsky hubiera pasado por allí? Imaginemos. ¿Si Kandinsky hubiera pasado por Wikigasta? ¿Si el color de ciertas huellas hubiera dotado a cierta gente de Wikigasta de una memoria cromática que les permitiera resistir el despojo?

    Esto no se parece a nada de lo que he leído.

    René, ya le abro a Wikigasta una ventana en el Pájaro (junto a Marienbad y Trobriand), con la foto de tu perfil. Si preferís otra, avisame y la cambio. Es TU Wikigasta.

    Un abrazo fuerte. (Estado: hipnotizada por el tinte, rendida ante el absolutismo del color).

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  2. Un color para cada chakra, y un chakra para cada parte del todo, incluída el alma. La cita en la libreta parece un sofisma, un ehabrupto, pero igual dejo mis votos pro el sabio Vasily

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  3. Mariel, todo el mundo sabe que para un quemero no hay nada mejor que otro quemero, pero igual muchas gracias por el aliento. Y agradecido también por incluirme en las ventanas de tu página, espero hacer honor.

    Laura, vio mujer de poca fe?. Ud no creía en Vasily...

    Flenning, puede ser que tenga razón, un sofisma. Pero en serio le parece que la frase sea un exabrupto?

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  4. Me parece que el exabrupto es, sobre todo, el intento de extrapolar a todas las almas la ley de la armonía de colores. Kandinsky no usa la misma ley para combinar los colores y, sin embargo, su alma está igualmente conectada a un rojo muy pregnante. Yo voto por él, ya le dije, pero con la salvedad de que creo que su ley no atraviesa todos los paraísos, ni todas las almas.

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  5. OK, Flenning. Pero, no se por qué, creo que la clave la tiene Chikhachev.

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